
Una vez más Racing le ganó el clásico a Independiente.
Ahí, en el tablón, en el colorido, en los cantos, en el fanatismo, en la pasión, en la esperanza, manda el cuadro celeste y blanco. Este domingo fue una confirmación de esta abrumadora superioridad. Hubo dos momentos cumbres:
el impresionante recibimiento que tuvo el equipo y el gran empuje que poseyeron los jugadores en el inicio del complemento.
ESO ES RACING CLUB ♥
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