
En definitiva: Racing se animó un poco más. Y así, sin brillos y sin un gran aporte en términos del juego, encontró el gol y la victoria. Primero, anunció con un cabezazo de Grazzini, que pegó en el travesaño. Casi de inmediato, a los 25 minutos, Ramírez se la bajó de la cabeza al enganche, quien con un remate fortísimo permitió el único grito de la noche.
Y así, con aquel gol y con este final, Racing consiguió algo importante: una noche de paz, con un desahogo feliz.
GRACIAS ACADEMIA ♥
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